Intelectuales del futbol
- Publicado en la revista Nuestro Quehacer sin políticos
Por Válek Rendón
Dos hombres de unos 30 años en un café de la colonia Condesa:
-Ay sí es cierto, ese día juega México-
-Sí, que asco, todos enloquecen con eso-
…
-Y lo peor de todo es que el futbol ni siquiera es interesante, yo he intentado ver partidos pero a los cinco minutos me aburro-
-Yo hace cuatro años casi ni salí de mi casa, me da tristeza ver a tanta gente dormida por un espectáculo tan simple-
-No guey, cállate, en el mundial ése de… no me acuerdo dónde fue, yo leí como cuatro libros por semana, de que no había con quien salir-
…
-Bueno, lo bueno es que no va a haber tráfico-
(Risas)
¿Qué tienen de maravilloso 20 hombres corriendo detrás de un balón y dos más que tratan de evitar que entre a la portería? Ok, lo acepto, me escuché como nuestros dos personajes (a los que no puedo llamar de otro modo debido a lo actuado de sus poses y comentarios).
Seguro todos conocemos o hemos tenido contacto con una de esas personas que creen burlarse de todo el mundo porque los demás “son vulgares inteligencias que no saben que el futbol es la versión moderna del Coliseo romano”.
Son aquellos que el día que juegue México contra Portugal pedirán “la mesa que sea, de cualquier modo no me gusta ni me interesa el futbol”.
Más razón que nuestros intelectuales tiene el grupo de esposas holandesas que ahora están en huelga porque cada cuatro años sus maridos viven, piensan y respiran el Mundial en turno. Y cómo no irse a huelga, si la necesidad es de otra naturaleza que nada tiene que ver con la televisión y el futbol.
Claro que hay personas a las que de verdad no les gusta el futbol, algo extraño en este país, pero respetable. Y no es el caso de nuestros dos personajes que hablaron sobre futbol unos 30 minutos. Ellos lo único que quieren es lo que todos deseamos, pero cada quien en el ámbito de su preferencia: ser auténticos y admirados. Y ellos creen lograr esa diferencia criticando al futbol porque es el deporte más seguido del mundo, lo que por ende indicaría que ellos piensan diferente.
Aunque se debe aclarar que todo en exceso es nocivo. Tal vez a más de un holandés lo deje su mujer porque no le hace caso durante un mes, o puede ser que a muchos mexicanos los corran del trabajo porque cometieron un error por estar viendo el Inglaterra-Suecia.
Seguro esos dos intelectuales nunca han ido al estadio Azteca cuando está lleno, nunca han sentido la energía de millones concentrada en un solo lugar.
Qué lástima que por quererse hacer los interesantes se pierdan uno de los fenómenos sociales y deportivos más emotivos de la Historia. Bueno, en una cosa sí estoy de acuerdo con ellos… lo bueno es que no va a haber tráfico.
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