miércoles, noviembre 15, 2006

Naciones desUnidas

  • Editorial del no. 29 de la revista Nuestro Quehacer sin políticos
Cada 24 de octubre se supone que debe celebrarse el Día de las Naciones Unidas porque fue precisamente en esa fecha, pero de 1945, cuando se constituyó oficialmente la ONU, órgano internacional que tiene como finalidad “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles”, esto según la carta que signaron los países adherentes, y añade que la Organización de las Naciones Unidas busca promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad.

Seguramente aquellos que leyeron estos puntos hace 61 años se llenaron de esperanza y creyeron firmemente en que el mundo se libraría de las guerras y la desigualdad mundial en todos los sentidos. Lo que el documento no aclara es en beneficio de quién se busca el progreso ni si su concepto amplio de libertad contempla sólo los intereses de los países más desarrollados.

Hoy, con la razón que nos dan más de seis décadas de existencia de la ONU, podemos decir que en realidad esta institución es una careta que inventaron las naciones dominantes para hacerle creer a las sometidas que son tomadas en cuenta.

El mundo cada año se incendia en distintos lugares y la ONU se pronuncia en contra, envía a su ejército multinacional de cascos azules para brindar ayuda humanitaria y, luego, cuando el organismo considera cumplida su tarea, se retira para volver a lo mismo en otro territorio.

Así pues, lo que hace la ONU es aparentar que trabaja para evitar los conflictos bélicos, pero en realidad es un brazo más de las superpotencias que primero deshacen países enteros para luego limpiar su nombre con platos de comida que ofrecen a los sobrevivientes a través del órgano internacional.

De no ser así no habría cinco países con capacidad para vetar cualquier iniciativa en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es decir, si en consenso se resuelve que algún país invasor debe salir de un territorio ocupado, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China o Rusia, pueden echar abajo tal resolución sin importar las razones.

De ahí que, por ejemplo, la comunidad internacional no pueda hacer que los EU terminen su invasión en Irak, porque de intentarse esto en el Consejo de Seguridad de la ONU, nuestro vecino incómodo del norte vetaría tal mandato.

Es lamentable entender que la ONU es un montaje que aparenta buena voluntad de las potencias y ofende darse cuenta de que las personas tenemos una mirada tan corta que debemos crear instituciones para no matarnos unos a otros; pero lo que resulta más lastimoso es que tales organismos no funcionan porque viven dominados por los intereses de los países más poderosos... por aquellos que tienen entre sus prioridades mantener al mundo desunido.

jueves, octubre 26, 2006

Nuestra guerra sucia

  • Editorial del no. 28 de la revista Nuestro Quehacer sin políticos
El 17 de octubre de 1998 fue detenido en Londres Augusto Pinochet por órdenes del juez español Baltasar Garzón, y hasta la fecha sigue el proceso en el que se le acusa de atropellar los derechos humanos mientras gobernó Chile de 1973 a 1990.

Mientras tanto, en México, seguimos haciendo como si nada hubiera pasado el 10 de junio 1971 y como si los cientos, o tal vez miles de jóvenes que nunca regresaron a sus hogares en la década de 1970 nunca hubieran existido.

En Chile desde hace ocho años es visible el trabajo que realizan para castigar a quienes, igual que aquí, torturaron y asesinaron a quienes pensaban distinto y se atrevían a externarlo, y los mexicanos preferimos hacer como que no sabemos nada para evadir la responsabilidad de impartir justicia.

Aquí se formó la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado encabezada por Ignacio Carrillo Prieto y se confirmaron las atrocidades pero no se encarceló a nadie porque los delitos habían prescrito.

¿Acaso puede perder vigencia el asesinato? ¿Porque cometí un delito hace más de 30 años ya no soy culpable? Eso cree la justicia mexicana y, por lo tanto, Luis Echeverría Álvarez y Miguel Nazar Haro, ex jefe de la Dirección Federal de Seguridad, siguen libres.

El principal culpable de que no se haya encarcelado a ninguno de los personajes involucrados en nuestra guerra sucia es el Partido Revolucionario Institucional, al cual no le preocupa la gente, sino evitar que se le llame genocida a un gobierno priísta, en cada oportunidad que se tuvo de llevar a los responsables a la cárcel, el PRI negoció con el PAN y lo evitó.

Por dignidad, los propios Luis Echeverría y Nazar Haro deberían declararse culpables y entregarse. La gente de Carrillo Prieto documentó los crímenes, están probados y ellos se saben culpables, porque es más asesino y cobarde el que ordena desaparecer gente que el ejecutor.

Lo importante es no cesar la lucha por la justicia, que se terminen los privilegios de unos cuantos y haya justicia general, sin importar de quien se trate, ya sea un Presidente de México o un carpintero.

Tal parece que las generaciones de más edad no están interesadas en asuntos como éste, para ellos es más sencillo esperar la muerte de Echeverría para entonces, cuando ya no pueda pagar en vida, encarcelar por siempre a su espíritu. Está en nosotros los jóvenes ayudar para que los jueces mexicanos dejen la pantomima; ¿o cómo le explicamos a una familia mutilada que las leyes no son válidas para unos? La mayoría de los desaparecidos eran jóvenes, por ello nuestra labor es no permitir que se olviden las ejecuciones por pensar distinto… está en nosotros limpiar nuestra guerra sucia.

miércoles, octubre 18, 2006

Nueva generación de políticos

  • Editorial del no. 27 de la revista Nuestro Quehacer sin políticos

A pocos días del aniversario luctuoso de Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, vale la pena recordar que parte de su teoría afirma que las personas definen su personalidad desde el nacimiento hasta los siete años de edad, después, todo acto humano es un reflejo aprendido en ese intervalo.

Muchos políticos mexicanos, para decir lo que ya se sabe, son deshonestos y su modo de vida está basado en técnicas mafiosas. Esto significa que algo estamos haciendo mal en la educación de los niños, porque la Gordillo –según la idea de Freud-, no nació con esa ambición desmedida que le caracteriza, sino que su entorno la formó así.

Felipe Calderón tendrá que elegir en pocos días a los miembros de su gabinete, y si se rodea de gente con principios, con visión de servicio público y seguros de privilegiar siempre el bien común sobre el personal, su gobierno podría ser exitoso, situación que se antoja difícil por la calaña de la mayoría que lo rodea.

Lejos de eso, debemos empezar a pensar -todos- en las enseñanzas que le damos a los mexicanos de menor edad. Si la teoría del psicólogo alemán es cierta, estamos en posibilidad de que nuestros políticos sean honestos dentro de 20 años si procuramos infundar esta mentalidad en las niñas y niños de nuestro país.

Siempre se ha dicho que debemos planear a largo plazo, pero mientras llega esta nueva generación debemos observar que los políticos actuales cumplan con su trabajo con total transparencia, que aquellos que elija Calderón como cabezas institucionales sean hombres y mujeres que busquen ayudar a la sociedad y no el típico político afanado en conseguir prebendas y privilegios personales a través de los cargos gubernamentales.

Nuestro esmero quizá ya no debe enfocarse en cambiar a los adultos, lo mínimo que se pide es que se elijan verdaderos servidores públicos, pero donde sí tenemos que centrarnos es en esa nueva generación de políticos que, aunque sea indirectamente, desde hoy estamos educando.

Si lo hacemos de ese modo llegará el día en que los políticos egoístas sean los menos y los conscientes del entorno social dominen el escenario… pronto estará aquí esa nueva generación.

lunes, octubre 09, 2006

Todos los días son 2 de octubre

  • Editorial del no. 26 de la revista Nuestro Quehacer sin políticos

Son 38 años ya de la masacre de estudiantes en Tlatelolco y hasta hoy a nadie se le ha señalado –jurídicamente- como claro responsable. Mucho menos se sabe la cantidad real de personas que terminaron su vida con plomo dentro del cuerpo ese 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas.

Duele decirlo, pero duele más entender el hecho, México era en ese tiempo, y sigue siendo, un país donde sólo unos cuantos luchan por mantener su dominio. Nuestro país, el que nos legaron las generaciones pasadas, es excluyente y no tiene espacio para nadie que no esté ya en las esferas del poder.

Los que ascienden en la escala social, económica y política buscan que nadie más entre a su círculo, no hay oportunidad de expresar ideas diferentes, y todo por la amenaza que representan para sus privilegios los pensamientos diferentes a los suyos.

Los jóvenes muchas veces creemos que ya todo está consumado, que no hay más por hacer y que no hay forma de cambiar el orden actual. Desanima pensar nuestra realidad de ese modo, pero las ganas vuelven cuando nos convencemos unos a otros de que es posible transformar a México si todos aquellos que buscamos vida digna para la mayoría trabajamos en ese sentido.

En Nuestro Quehacer sin políticos deseamos formar un nuevo país –aunque no al estilo del Peje- fincado en la integración de las múltiples verdades mexicanas.

Ya no es 1968, ahora el asesino tiene otro nombre, no mata físicamente, sino que aniquila la conciencia a través del bombardeo mediático que se aplica por igual a refrescos que a políticos afanados en promover su imagen positiva.

En nuestro país muy poco está hecho, lo que hemos logrado como sociedad para beneficiar a las mayorías es mínimo comparado con lo que nuestra gente es capaz de crear. Basta con enterrar la idea de que es imposible modificar la estructura mental que predomina en casi todos los mexicanos.

Los políticos y empresarios empoderados intentan hacernos creer cada día que el sistema en el que estamos inmersos es el adecuado para nosotros. El 2 de octubre de 1968 una buena cantidad de personas –jóvenes sobre todo- intentaron hacer de México un país incluyente y fueron asesinados.

Hoy sucede lo mismo, pero quieren que seamos muertos que caminan, consumen sus productos y votan. Sin embargo somos muchos los que no lo permitimos, somos suficientes los que vivimos el 2 de octubre todos los días.

jueves, septiembre 28, 2006

El Club Caballeros

  • Publicado en la revista Nuestro Quehacer sin políticos

Por Válek Rendón

Miércoles, ocho de la noche por el 107.9 de FM: “A ver espérate, es que mi tía Eduviges ya quiere cantar… tía no te subas a la mesa, es que ya se le pasaron las copas” dice una voz masculina mientras de fondo se escucha el murmullo propio de un lugar concurrido.

“¡Ahora vamos a hacer un concurso de meseros corriendo en tacones con las charolas! el que tire menos líquido será el ganador… en este instante inicia el concurso –se escucha una música festiva y risas- espérate no te caigas… ¡un mesero ya se cayó!… ¡oye tú, es correr con las bebidas en la charola no tomárselas!”.

Muchos radioescuhas se comunican a Horizonte 108 para preguntar si el Club Caballeros existe. “Hemos tenido llamadas de personas que se enojan porque creen que no les queremos dar la dirección” cuenta Enrique Gil, productor de esta emisión radiofónica que puede llegar a ocho y medio millones de personas del Distrito Federal, el Estado de México e Hidalgo

Quizá este club sea el único donde la casa paga todo, bebidas, entrada y cena van por su cuenta. La idea original es de Erik Montenegro, y según Enrique este programa nació de “la necesidad de salir a divertirnos los miércoles en la noche e invitar a los amigos”.

Es un espacio que con la complicidad de los radioescuchas ha terminado por ser un programa muy visual a través de un medio de comunicación que, según se cree, no tiene capacidad para transmitir imágenes.

Poder experimentar es tal vez una de las mayores ventajas de la radio pública. Para Enrique “en el IMER hay cierta libertad, podemos expresar nuestras ideas y tal vez eso se debe a que no hay un solo comercial en nuestro programa”.

El Club Caballeros es real, en muchos lugares está la tía Eduviges arriba de la mesa, lo cual sólo es posible con la perfecta ambientación y la pauta que ofrecen los locutores, elementos básicos que añadidos a la creación mental de cada miembro del auditorio, da como resultado un experimento súmamente positivo y refrescante para la radio mexicana.

Con esta idea, el Instituto Mexicano de la Radio pone el ejemplo y confirma que sí pueden existir programas de calidad que tengan el único y humano fin de entretener.

El Club Caballeros existe, todos los miércoles de ocho a diez de la noche con la ayuda del 107.9… porque como dice Enrique Gil, “cada quien es libre de darle vida a lo que crea”. Tiene razón, este club es real, y puedo asegurar que es un lugar donde uno va a divertirse. Tiene muchos clientes asiduos, pero sería bueno que abriera todos los días y a todas horas en la cabeza de 6 mil millones de personas. Tal vez así el mundo sonreiría más.

"México está en sus mercados"

  • Publicado en la revista Nuestro Quehacer sin políticos

Por Válek Rendón

Pablo Neruda escribió en su libro de memorias que México está en sus mercados. ¿Qué pensará ahora el escritor chileno desde su tumba al ver que esos espacios donde están nuestros olores y sabores, poco a poco han ido perdiendo la vitalidad que tenían hace cuatro décadas? ¿Acaso creerá que nuestro país está desapareciendo, que se está muriendo?

Hoy, el gigante, el hijo poderoso de las misceláneas, está acabando con los ya fatigados mercados del país. Sólo de marzo a julio, según publicó El Universal el mes pasado, la filial de Wal-Mart en nuestro país obtuvo ganancias por 4 mil 244 millones de pesos.

Quizá para el ritmo de vida de la mayoría de los mexicanos el sistema del mercado es obsoleto y poco eficiente. Ya no hay tiempo para conversar con la señora de los jitomates, tampoco con el pollero. Según parece ahora todo debe ser más impersonal e individual, no importa que no se sepa nada de carnes ni de lechugas, para la gente que vive al ritmo que manda el trabajo y el dinero, ir a comprar lo que nos mantiene vivos es un trámite que sólo quita el tiempo.

De ahí la debacle del mercado, ya pocos hacen un espacio para escuchar las historias de las vendedoras y cada vez menos se sorprenden de la gran variedad de olores que emanan de nuestras plantas.

Tal vez los mercados debieron modernizarse para ofrecer la comodidad de sus primos los centros comerciales, tal vez debieron incluir llantas y electrodomésticos en su catálogo para atraer más clientes y, claro, tal vez los vendedores debieron haberse uniformado para no dejar a la vista las carencias que hay en casa.

Pero eso no sucedió, ni va a suceder, porque el mercado, aquel mundo que según Neruda contenía a nuestro país, no se dio cuenta de que quienes habitan hoy México se parecen a los de hace 40 años sólo en el apellido. La naturaleza humana de México cambió, dejamos de valorar todo lo que se ofrece gratis en los mercados, como son el agradecimiento sincero y la sonrisa espontánea.

Pero a pesar de ello, los mercados persisten, es como si se negaran a aceptar el final, como si esperaran que nuestra memoria colectiva los recordara de vez en cuando para ver un día más de vida, el día en que los visitemos, porque México cambió en la superficie, pero el espíritu del país sigue intacto… ese se sigue encontrando en los mercados.

"El desarrollo se mide en km de ciclopista"



  • Publicado en la revista Nuestro Quehacer sin políticos

Por Válek Rendón

Es conocido que el jefe delegacional saliente en Benito Juárez, Fadlala Akabani, es un promotor abierto del deporte y el uso de medios de transporte alternativos como es la bicicleta.

Desde el principio de su gestión administrativa organiza, un domingo cada mes, paseos ciclistas para toda la familia con la finalidad de difundir el uso de este vehículo y una cultura de la salud.

Su plan para fomentar el uso de la bicicleta contempla la adaptación de ocho calles que cruzan toda la demarcación, donde uno de los carriles que actualmente se utiliza como estacionamiento, se confinaría (al estilo del Metrobús) y sería exclusivo para el uso de ciclistas.

Al parecer este delegado es de las pocas personas que han comprendido que el problema del tráfico en esta ciudad no se resuelve creando más calles para automóviles, ni sincronizando semáforos ni haciendo segundos pisos. La respuesta está en medios de transporte como la bicicleta.

Sin embargo, el delegado electo, Germán de la Garza desea cancelar la construcción de este plan denominado BiciRed (que es lo mejor que se ha dado a conocer en materia de transporte sustentable para esta Delegación).

El que será el jefe delegacional durante su campaña afirmó que daría continuidad a los proyectos de Akabani, sin embargo, apenas electo salió a decir que cancelaría la BiciRed porque el proyecto “no es viable por la falta de estacionamientos y porque casi nadie usa la bicicleta” (publicado en El Universal el 10 de julio de 2006).

Sí, seguramente el veterinario Germán de la Garza nunca se ha trasladado a su trabajo en bicicleta, eso queda claro, pero lo que es inacetable que siga sucediendo es que los gobernantes crean que todas las personas tienen estilos de vida similares a los suyos, siendo que para muchos incluso la bicicleta es parte de sus instrumentos de trabajo.

Basta prestar un poco de atención para darse cuenta de que cientos de usuarios de bicicletas se ven en la necesidad de torear a los automóviles que saturan las calles de todos, día a día.

León Hamui es integrante de la agrupación Bicitekas que, según su página de Internet, desea “una ciudad y una sociedad humanizada… nos oponemos al desarrollo urbano que considera a los automóviles y no a las personas como el ente más importante en la ciudad”.

León asegura que el 33% del espacio público está ocupado por automóviles estacionados, “debemos crear espacios para las personas, no para los coches. El proyecto BiciRed en la Benito Juárez sí es viable –contrario a lo que afirma el Delegado electo- porque es un terreno plano y si los ciclistas tuvieran el espacio para circular de forma segura muchas más personas utilizarían este medio de transporte”.

E incluso León Hamui bromea con la posible cancelación del proyecto: “lo que quisieran es poner un hilo elevado que vaya de Tlalpan a Periférico para que los ciclistas no les estorbemos”.

Sobre la falta de estacionamientos que argumenta De la Garza Estrada, León asegura que “este problema es posible resolverlo si más personas en la demarcación utilizaran la bicicleta, de este modo no faltarían lugares de estacionamiento para carros porque no se necesitarían tantos”. Además, quedarían tres carriles para automóviles y uno para ciclopista, dato equilibrado en cuanto a número de usuarios y se atenderían las necesidades de automovilistas y ciclistas.

Alan Marín, vecino de la delegación Benito Juárez y usuario de bicicleta, afirma que “no hay espacios para nosotros, y los pocos que hay no están bien acondicionados”.

Quizá el problema radica en que nos hemos creído que el automóvil es el único medio de transporte eficaz. Lo es para grandes distancias, pero qué hay de las personas que prefieren trasladarse a su trabajo, escuela o simplemente por recreación, en bicicleta.

Cada ciclista frecuente de esta delegación (que se calculan en 20 mil –¿“nadie” usa la bicicleta señor De la Garza?-) tiene historias de accidentes. El mismo Alan Marín relata una ocasión en que circulaba por la calle Uxmal en la Benito Juárez.

“Iba por el carril de la derecha, entre los carros estacionados y los que están en movimiento (así lo marca el reglamento) y uno de los autos estacionados se puso en movimiento exactamente cuando yo estaba a su lado, me pegó y me caí. La señora se detuvo muy asustada, me preguntó si estaba bien y me pidió perdón… ella se fijó si venían coches, pero de mí ni cuenta se había dado hasta que me pegó”.

El testimonio de Alan permite darnos cuenta de que el principal problema es la incultura que tenemos con respecto a medios de transporte alternativos, incluido el delegado electo. Todos somos responsables de que no haya espacios para medios de transporte alternativos, pero los gobernantes deberían trabajar para que la sociedad modifique su estilo de vida por otro más sano, que no contamine y donde se respete el derecho de todos. O dicho de otro modo, deben trabajar para elevar la calidad de vida de los habitantes.

Claudia Adeath, Directora de la organización Muévete por tu Ciudad, comenta sobre el tema: “las organizaciones que promovemos cultura vial y cultura cívica estamos en contra de la cancelacion de este proyecto, si no utilizamos la bicicleta es porque no hay vías seguras para usarla y no porque no queramos”.

Entre las ventajas del uso frecuente de la bicicleta, Claudia explica que es un medio de transporte que “no contamina, no cuesta mucho, no ocupa espacio (comparado con el automóvil), es saludable y en esta ciudad es un transporte muy rápido”.

Sobre los accidentes de los ciclistas, Adeath asegura que “se evitarían si existiera la cultura del respeto y poniendo carriles confinados para ciclistas”.

Buscamos a Germán de la Garza para que nos diera su opinión sobre el tema pero no contestó el teléfono.Deben respetarse los derechos de todos, no sólo los de los automovilistas, y si deseamos que la ciudad de México llegue a ser un espacio con menos contaminación, sin tantos autos y con gente saludable y respetuosa de los demás, necesitamos, no que se cancele BiciRed, sino que se realicen más proyectos como éste. Porque, como dice León Hamui, “el desarrollo no se mide en ingreso monetario per cápita, sino por kilómetros de ciclopista o por metros cuadrados de áreas verdes”.

Intelectuales del futbol

  • Publicado en la revista Nuestro Quehacer sin políticos

Por Válek Rendón

Dos hombres de unos 30 años en un café de la colonia Condesa:
-Ay sí es cierto, ese día juega México-
-Sí, que asco, todos enloquecen con eso-

-Y lo peor de todo es que el futbol ni siquiera es interesante, yo he intentado ver partidos pero a los cinco minutos me aburro-
-Yo hace cuatro años casi ni salí de mi casa, me da tristeza ver a tanta gente dormida por un espectáculo tan simple-
-No guey, cállate, en el mundial ése de… no me acuerdo dónde fue, yo leí como cuatro libros por semana, de que no había con quien salir-

-Bueno, lo bueno es que no va a haber tráfico-
(Risas)

¿Qué tienen de maravilloso 20 hombres corriendo detrás de un balón y dos más que tratan de evitar que entre a la portería? Ok, lo acepto, me escuché como nuestros dos personajes (a los que no puedo llamar de otro modo debido a lo actuado de sus poses y comentarios).

Seguro todos conocemos o hemos tenido contacto con una de esas personas que creen burlarse de todo el mundo porque los demás “son vulgares inteligencias que no saben que el futbol es la versión moderna del Coliseo romano”.

Son aquellos que el día que juegue México contra Portugal pedirán “la mesa que sea, de cualquier modo no me gusta ni me interesa el futbol”.

Más razón que nuestros intelectuales tiene el grupo de esposas holandesas que ahora están en huelga porque cada cuatro años sus maridos viven, piensan y respiran el Mundial en turno. Y cómo no irse a huelga, si la necesidad es de otra naturaleza que nada tiene que ver con la televisión y el futbol.

Claro que hay personas a las que de verdad no les gusta el futbol, algo extraño en este país, pero respetable. Y no es el caso de nuestros dos personajes que hablaron sobre futbol unos 30 minutos. Ellos lo único que quieren es lo que todos deseamos, pero cada quien en el ámbito de su preferencia: ser auténticos y admirados. Y ellos creen lograr esa diferencia criticando al futbol porque es el deporte más seguido del mundo, lo que por ende indicaría que ellos piensan diferente.

Aunque se debe aclarar que todo en exceso es nocivo. Tal vez a más de un holandés lo deje su mujer porque no le hace caso durante un mes, o puede ser que a muchos mexicanos los corran del trabajo porque cometieron un error por estar viendo el Inglaterra-Suecia.

Seguro esos dos intelectuales nunca han ido al estadio Azteca cuando está lleno, nunca han sentido la energía de millones concentrada en un solo lugar.

Qué lástima que por quererse hacer los interesantes se pierdan uno de los fenómenos sociales y deportivos más emotivos de la Historia. Bueno, en una cosa sí estoy de acuerdo con ellos… lo bueno es que no va a haber tráfico.

Manipulación vestida de pregunta

  • Publicado en la revista Nuestro Quehacer sin políticos

Por Válek Rendón

-¿Bueno?-
-Buenas tardes, mi nombre es Karen, ¿me permite hacerle dos preguntas? Sólo nos va a tomar un minuto- pidió amablemente una voz joven.
-A ver-. “Una encuesta más”, pensé al tiempo que respondía.
-¿Ya tiene decidido por quién va a votar para Presidente el 2 de julio?-
-No-
-La otra, ¿Sabía usted que durante el gobierno de Fox se alcanzó la inflación más baja en toda la historia, del 3.3% y que se logró vender el dólar al precio más barato de la historia?- me preguntó como tomando los “éxitos” de la actual administración federal como propios.
-Sí, ésa es la inflación total del año pasado… pero, ¿sí sabe que el crecimiento del PIB fue de sólo 3% y por lo tanto no hubo crecimiento real?-, la encuesté yo.
-No. Bueno, muchas gracias por atenderme…-
-Oiga oiga, ¿y quién hace la encuesta, el PAN o el gobierno federal?-, la volví a increpar.
-La hace el Instituto Nacional de Encuestas y es para llevar un registro de los conocimientos de la población- respondió seca.
-Ah, y ese Instituto Nacional es privado o público-, repetí la dosis.
-Es independiente-
-Ah ok-
-Por pura curiosidad, ¿Dónde queda el Instituto Nacional de Encuestas?-
-No le podemos dar esa información. Muchas gracias.- Y así Karen terminó la encuesta.

Colgado ya el teléfono busqué en Internet algo sobre lo que la mujer de voz suave llamó el “Instituto Nacional de Encuestas”. No pude encontrar nada con ese nombre en nuestro país, o ¿acaso la mujer se refería al INEGI? No, esas cosas no pasan en México.

En realidad Karen llamó para convencerme, que no encuestarme, de que votara por el PAN, sólo que las ahora tan admiradas y respetadas encuestadoras no se animan a decirlo abiertamente para no restarle “credibilidad” a su empresa.

¿De verdad le sirve a la población que se gaste tanto en estos estudios?, ¿No sería mejor invertir ese dinero en hacer las cosas, en lugar de sólo prometerlas?. La realidad es que muchos mexicanos dicen que van a votar por uno y al final lo hacen por otro, claro sin que nadie se entere, no vaya a ser que el jefe se enoje y corra al empleado que no le obedeció.

Las encuestas se pueden amañar y el 3 de julio muchas de ellas terminarán en el bote de la basura, obvio, las que daban por ganadores a los perdedores. Y aquellos que hicieron las que daban por ganador al vencedor del 2 de julio dirán: “Lo ven, las encuestas no fallan, son una fotografía de la realidad”.

Y los candidatos perdedores se preguntarán: “¿Cómo perdí, si todas las encuestas que mandé hacer me daban la victoria?”. Y vendrán las impugnaciones provocadas en parte por el hambre de hacer dinero de las encuestadoras que se encargaron de engañar y convecer a cada candidato de que ganaría, en lugar de situarlo en el terreno real que pisaba, y todo por mantener la simpatía de cada partido político para que luego, en las siguientes elecciones venga una vez más la misma cadena de encuestadoras que se enriquecen con dinero público que le pagan los institutos políticos.

Y esto no termina aquí, seguro para la elección del 2012 estará Karen, o alguien parecido a ella, bajo el mando de gente que se oculta en la bocina del teléfono, dando nombres de instituciones que no se encuentran, negando datos de la encuestadora (como si sólo ellos tuvieran derecho a preguntar) y escondiendo su localización bajo la leyenda “Llamada privada”.

En fin, que los manipuladores siempre estarán ahí, tratando, sin hacerlo obvio, de convencer a la gente de que compre algo o de que vote por alguien, disfrazados con el manto sagrado de la verdad única que le hemos otorgado a las encuestas.

La caja idiota

  • Publicado en la revista Nuestro Quehacer sin políticos

Por Válek Rendón

En México tenemos dos tipos de televisión: la que busca generar ganancias económicas para el dueño del medio y la que busca ganar una sociedad más digna y conciente de su entorno.

No digo que Televisa y TvAzteca sean los villanos del show, habrá a quienes les deje algo ver diario Rebelde y Ay caramba, pero lo que sí es verdad es que ambas televisoras sólo tienen fines monetarios, no importa si es una estupidez, si la gente lo ve, se transmite. Y lo peor es que no hay quien diga nada.

Ya lo decía Emilio Azcárraga Milmo: “México es un país de una clase modesta, muy jodida... que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil… No podemos evitar a los que tienen mucho dinero, pero no nos interesan mucho, la verdad”.

En España existe ya una ley que busca controlar los contenidos de la “telebasura” y aquí en México acaban de decidir que sólo el mejor postor (es decir, el que tenga más dinero) ganará las próximas concesiones de radio y televisión. Todos los demás están excluídos.

Con esto los Senadores garantizaron que tengamos por lo menos otros 20 años contenidos similares a los actuales en la radio y la televisión comercial. Es un crimen bombardear al pueblo con estereotipos inalcanzables para la mayoría y mantener a las personas sin conciencia de su verdadero entorno.

Basta con preguntarse cuántas personas van o fueron a una escuela como la que presentan en Rebelde para darse cuenta de que son mundos que no se adaptan a la realidad mexicana. Juegan con los ideales de las personas y en cierto modo se burlan de ellos.

Canal 11 y Canal 22 no miden su éxito en dinero, son instituciones con un espíritu más elevado y buscan otros fines que el de hacer dinero. El verdadero éxito televisivo debe medirse con respecto a la función social que cumple cada programa. Y aquél que hace una producción que aporte algo para mejorar la calidad de vida de las personas y logra que la gente lo vea, es una persona creativa que no tiene que recurrir a adolescentes con falditas o a los escotes que asoman plástico de 40 mil pesos.

Los 81 Senadores que votaron a favor no pensaron (o tal vez sí, pero pudo más en ellos el interés económico personal) en esto cuando aprobaron la nueva Ley Federal de Radio y Televisión y decidieron que sigamos sin tener la pluralidad verdadera de este país en esos medios de comunicación.

Quizá sea momento de que demostremos quién tiene el verdadero control… quizá es tiempo de apagar un rato la caja idiota.

miércoles, septiembre 27, 2006

Nuestro Quehacer sin políticos



  • Publicado en la revista Nuestro Quehacer sin políticos

Por Válek Rendón

“Ustedes son el futuro de este país” suelen decirnos a los jóvenes los que ya van de salida. Pero cuándo nos han preguntado si queremos serlo o no, cuándo decidimos nosotros, los “sin experiencia”, ser lo que viene, si ya estamos aquí, igual que todos los demás.

No estamos de acuerdo… ¿Por qué hemos de ser sólo el futuro, por qué hemos de convertirnos en algo que no sabemos siquiera si llegará?

Por el solo hecho de ser parte de esta sociedad nos interesa lo que cambia nuestro mundo, por ello una noche decidimos reunirnos a platicar sobre la posibilidad de participar en una publicación donde expresáramos cómo ve la juventud el entorno, qué queremos, en dónde estamos y hacia dónde vamos como país.

Ese lugar lo encontramos generoso en la segunda época de Quehacer Político, donde únicamente mandan nuestros valores: “La consigna es que no hay consigna”, nos decía Engelberto Esquerra, Director General del semanario, gracias a ello, en este espacio no se leerán opiniones tímidas ni textos censurados, la retórica a la que nos han acostumbrado para nosotros no existe, porque sirve sólo a los manipuladores que buscan el bien propio.

A veces las personas se confunden sobre las prioridades de esta vida y ven sólo por sí mismas, nosotros deseamos que a través de nuestras colaboraciones logren entrar en nuestra mente que no desea otra cosa que contribuir a formar un mejor lugar donde vivir para todos.

“Yo lo que veo es que mi país se está yendo a la chingada” dijo uno de nosotros en la misma reunión. Bueno, pues precisamente para eso estamos aquí, para no permitir que así sea.

No pretendemos salvar a nadie, ni formar paraísos, pero sí esperamos señalar las incongruencias del poder inmiscuyéndonos en la política y la economía, mostrar nuestra opinión de lo que sucede a nuestro alrededor y sobre todo, dejarle ver a esta sociedad que ya estamos aquí, que no necesitamos que nos tengan condescendencia ni que nos consientan, que no somos solamente futuro, somos presente y queremos ayudar y ayudarnos.

Sólo haciéndonos visibles dejarán de ver sólo cifras y estadísticas, porque no somos un botín político ni electorero. Por eso estamos aquí, para que nos dejen de ver como el futuro que desaparece quién sabe dónde.

Hoy lo gritamos, fuerte para que todos escuchen: ¡No sólo somos el futuro! estamos aquí… Ya estamos aquí.